Autor: Neil Gaiman
Título: Stardust
Editorial: Roca
Género: Fantasía- Ciencia Ficción
Páginas: 214
Autoconclusivo: Si
Puntuación: 5/5
El joven Tristan Thorn está dispuesto a hacer cualquier cosa para conquistar el frío corazón de su amada Victoria, incluso a prometerle que le conseguirá la estrella que ambos ven caer una noche. Para cumplir su palabra, Tristán deberá cruzar el muro que separa su pueblo del País de las Hadas, un vasto territorio donde nada se parece a lo que él ha conocido, donde ni siquiera las estrellas tienen forma de estrella y donde los duendes y los espectros campan a sus anchas. En ese mágico lugar, el joven no sólo hará cambiar su futuro, sino que también descubrirá cosas de su pasado que no podía imaginar. Con la ayuda de un unicornio, un barco pirata que surca el cielo, un árbol muy sabio y una florecita de cristal... ¿conseguirá Tristan el amor de su dama?
Los personajes de esta historia son muchos y se entrecruzan entre sí, y es que, aunque Tristan es nuestro protagonista la mayor parte del tiempo, hay cuatro historias contadas a la vez en esta obra. Por un lado tenemos a Tristan y su caza de la estrella, por otro a una bruja que desea hacerse con el corazón de la estrella para ser joven, en otro a un grupo de hermanos que pelean por subir al trono de su difunto padre, y por último la historia de una vieja mercader y su ayudante. Los personajes son variados y distintos, esto hace que podamos disfrutar más al encontrar matices, rasgos característicos, actitudes y formas de ser y pensar diferentes según a cual de ellos miremos.
El hecho de que haya varias tramas entrelazadas también da vitalidad a la historia, hace que, cuando podríamos cansarnos de leer las aventuras de uno de nuestros personajes, la narración nos transporte a otra trama diferente en la que los sucesos y personajes también avanzan buscando su objetivo. Además, durante toda la narración veremos distintos detalles que entrelacen los caminos de nuestros personajes, a veces se cruzarán directamente y otras será por detalles que aparecerán en más de una historias. El autor tiene una maravillosa maestría para hilar unas historias con otras, para que al final todo cuadre y tenga relación, para que ninguna de las historias quede apartada de ninguna manera.
El narrador es en tercera persona. La pluma del autor es ligera y ligada, hace que corramos entre sus letras como si la marea nos llevara, fácil de leer y adictiva. La forma de narrar me recuerda a la de un cuentacuentos, con algún matiz propio de estos. Soy fanática de los autores que narran así porque consiguen llevarme de su mano de inicio a fin de la historia sin que me quiera soltar en ningún momento.
La historia es comparada en ocasiones con un cuento de hadas y es que, a fin de cuentas, es un cuento de hadas. Sin embargo, es un cuento de los que valen la pena, de los que molan, de los de verdad, con sus momentos más serios, con finales más realistas, sin acabar con un “comieron perdices” o un “felices para siempre”. Un cuento con un toque adulto que no deja de estar bañado por el polvo de las hadas.
¿A quien puede gustarle? A personas que disfruten con una historia de aventuras, con la fantasía y las obras que se encuadran en dicho género, con los cuentos de hadas tintados de adultez sin perder esa magia tan poderosa que guardan.
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